El AMD Ryzen 5 8500G es una opción sólida para tareas de productividad y gaming ligero, gracias a su arquitectura moderna y gráficos integrados. Su compatibilidad con memoria DDR5 y el socket AM5 lo hacen adecuado para sistemas de gama media. Sin embargo, si planeas realizar tareas que requieran un rendimiento gráfico intensivo, podrías considerar añadir una tarjeta gráfica dedicada.